6 de noviembre de 2008

DE SOLEDAD

Me encuentro en mi aposento y con miedo
y parecería gritos de muertos olvidados en el suelo
pues nunca imaginarme la soledad inesperada
y pensar que la vida es un camino o una encrucijada.
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No quiero llegar a la soledad porque es frío,
porque es como una corriente negra de un río,
pues en mi soledad oscura escribo lo que sientes
a ver si haces girar el dado en la oscuridad sin la muerte.
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Lloraría con mi dolor en la noche sin estrellas
recordando la playa y tus palabras bellas,
mirar como la triste bruma del mar se levanta
y sentir en mi imaginación que la soledad me canta.
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Un otoño triste los árboles sin hojas
y mis versos de mi alma que me llegan a solas,
y sentir mi corazón en invierno inerte
y dar por conocer mi descanso por perderte.
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Sentir un aura fuerte en mi boca amarga,
pues esta soledad es dura y me quita el alba
y un grito que me prende la memoria: no te des por vencida,
de la soledad podré salir que es mi camino sin salida.
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Como un débil cristal cae al piso y revienta
la soledad desolada verdaderamente desalienta,
y unas ojeras que se pone en tus ojos olvidados
y bajando la mirada culpas al corazón relegado.
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Pues mirando a lo lejos vez una luz que tirita
y escucha su voz que melancólica grita.
una lágrima que derrama al charco vacío,
esa es la señal que nunca más pisaras el rocío.
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Oh… soledad! Oscuros son tus ojos pitonisa,
yo sé que en la vida nos hechizas,
sentir tu alma que está sufriendo para salvarse
y no descansar si no pierdes al echarse.
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Pues los malos pensamientos pone la culpa en la mirada
la sociedad se aleja por tus atrocidades heredada
sé que tus manos y tu frente arden mirando a la sociedad
pues si no cambias con tus actos morirás de soledad.

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