Este es un pequeño escrito enviado por mi amigo, compañero de clases y colega, Raymond Leyton.

Son esos recuerdos profundos, imposibles de borrar o por lo menos olvidarlos en un rincón remoto de la mente como aquellas cosas tiradas en el rincón de una gaveta, que por tener algún valor o recuerdo, son abandonadas y podrían jurarse olvidados, son esos objetos que arduamente desean ser recordadas y su día llega el menos pensado tan solo si tuviera el poder de sacarlas de mi mente y olvidarla en la ultima gaveta o en el ultimo rincón de aquel oscuro, desordenado y viejo cuarto, para que nunca mas vuelvan a salir, amputar su extremidades y encadenarlas a un transatlántico sin retorno, para desempolvarlo en el momento que el sentimiento hacia ese objeto recuerdo halla fallecido y el blues eterno que quedara serviría solo aconsejando a nuevas mentes brillantes. Convéncete que aquellos pensamientos son imposibles de realizar, “las maquinas del tiempo” no existen, pero los sueños si logran esas posibilidades en nuestro bello inconciente, la lumix de la mente es también una nevera de momentos….